La Ciudad Deportiva Guillermo
Amor de Benidorm acogió ayer la primera jornada de Low Festival, con ocho
escenarios en los que los más de 23.000 lowers pudieron disfrutar de 12 horas de
música ininterrumpida.
Tras los conciertos al
mediodía en el escenario Beach House de la Playa de Levante, los valencianos
Lyann, ganadores del certamen Emerge Budweiser, abrían el escenario principal
con su pop con tintes folk, que sonó más vibrante que nunca. Iván Ferreiro y
Triángulo de Amor Bizarro dejaron el pabellón del indie español bien alto para
dar paso a los esperados cabeza de cartel.
Apoteósico concierto el que
dieron los suecos The Hives, que ya en sus tres primeras canciones bajaron al
foso y saludaron, haciendo que el público enloqueciera. No pararon de hablar en
español logrando una empatía total con los lowers. Un show electrizante en el
que el público no paró de bailar. Tras ellos, Vetusta Morla supieron mantener el
ritmo combinando temas de su nuevo disco “La Deriva”, con sus éxitos de siempre.
Y es que la banda madrileña se siente como en casa en Low Festival, al que
vuelven siempre que pueden.
León Benavente siguen
cosechando éxitos tras una gira convenciendo al público con su debut. “De
Benidorm al cielo” gritó Abraham Boba, cantante de la banda en pleno éxtasis,
durante la interpretación de su tema “Ser Brigada”. Blood Red Shoes también
llenaron el escenario Matusalem con su rock garajero, en un concierto en el que
no faltaron temas de su disco homónimo. Tras ellos llegó el turno de Sidonie,
presentando su nuevo trabajo, “Sierra y Canadá”, en el que visualmente llamaba
la atención la enorme bandera canadiense que presidía la trasera del escenario.
Los vascos We Are Standard fueron de las últimas bandas en salir a escena,
consiguiendo llenar su escenario a pesar de las altas horas de la madrugada en
que tocaron. El turno de la electrónica vino
finalmente de la mano de The Magician y Holy Ghost!, ambos cerrando escenarios
(Ron Matusalem y Budweiser, respectivamente) frente a un público que siguió
dándolo todo hasta el amanecer.
La electrónica elegante con
un punto soulero de John Gray y el post punk bailable de Belako fueron dos de
las sorpresas del Escenario Wiko, que acogió a algunas de las bandas llamadas a
triunfar a muy pronto. También las bandas que se subieron al Escenario Sounds
From Valencia, como Daze of Dawn o Automatic, tienen mucho que decir en el
futuro.
Y, por último, pero no menos
importante, la electrónica indie estuvo presente durante toda la jornada de la
mano de los Djs del Escenario JägerMusic ClubShots. La novedad del Escenario
Flotante en la VIP Pool, con algunos de los Djs más punteros de la escena
electrónica, -muchos de ellos provenientes de la Red Bull Music Academy-, puso
el broche de oro a una jornada memorable.